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miércoles, 26 de enero de 2011

La noche del océano


Eres tan cariñosa como una Madre: alimentas, acicalas, cuidas, apoyas, mimas...
Eres tan generosa con los demás, que siempre terminas sufriendo por su causa.
Eres tan valiente, que no dudas en dejar atrás tus miedos...
para ayudar a otros a superar los suyos.

Siento cómo lloras por dentro, diez minutos antes de llorar por fuera.
Una ola de sentimientos fluye a través de tu alma,
alcanzando la mía: nostalgia, dolor, pérdida, un retrato agridulce de cariño,
una sensación asociada a un tiempo y a un paisaje.

Hace mucho que no necesitamos palabras, pues somos hermanos de alma.
Cuando era sólo un niño perdido, me sacaste del pozo de la ira y la auto destrucción.
Cuando fui hombre, dibujaste alas en mi espalda para que pudiese volar lejos.
Ahora desbrozas la senda delante mía, machete en mano, monte a través.

Me diste el regalo más preciado: la libertad. Por eso no me aparto de tu lado.
Porque soy libre de hacer mi vida, y cada día aprecio más tu mano,
en las cosas que no me dices, en las que dejas que descubra por mí mismo,
aunque tú ya las has visto.

Cada día te admiro un poco más, pitufa. No te pongas triste
si uso un viejo truco de buceador para subir a la superficie,
cuando llevo el tiempo tan justo: he visto un ancla que subía hacia la proa de un barco,
y me he agarrado a ella hasta llegar arriba y respirar aire puro.

Ahora estoy de nuevo entre olas, flotando... pero el barco se aleja, sólo logro distinguir
su estela de olas de plata a la luz de la luna... la noche del océano se me echa encima,
y sé que será larga, pero recuerdo la pequeña cala abrigada de piedra negra y pulida
donde me llevó la corriente del destino, y no siento miedo...

Pues sé que al final del océano hay tierra firme: en la noche trataré de alcanzar el barco,
y si no, la mañana traerá hasta mí un velero, con su camareta estrecha y cálida,
que huele a salitre y a sol... no me preocupo, ahora sólo me ocupo de nadar: inspiración,
brazada, espiración, brazada... y las piernas, siempre el ritmo en las piernas...

Lo único que pido a Selene es poder velar tu sueño.
Duerme, pues el Lobo vigila desde la piedra sobre el poblado.
Y si despiertas, deja que te guíe la luz de su mirada,
esa que convierte las tinieblas más negras en formas azules y densas...

2 comentarios:

  1. es muy hermoso, Javi.
    lo había leído esta mañana, y me parece un regalo muy bonito a tu hermana del alma, la cual, inmediatamente, ha venido a mi mente en cuanto lo he comenzado a leer.
    a veces, es cierto, las palabras no alcanzan a decir lo que el alma siente, y entonces aparecen las metáforas. las sutiles palabras aladas que, ya sea en bellos cuentos, en sonoros poemas o en vibrantes canciones, expresan a los demás lo que llevamos dentro. en este caso, una vez más, las tuyas lo han demostrado.
    un hurra por la Amistad.
    besos

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  2. No lo sabía, pero si como dice Irene va dedicado a tu hermana, es para que se sienta orgullosa de tí.

    Un Abrazo.

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