Siempre a merced de los vientos,
a veces rodeado por la niebla,
contando solamente
con su armazón de madera.
Bajo el ardiente sol
o las calladas estrellas,
el barco navega.
Entre olas verdes, bajo un cielo azul,
junto a los árboles que plantaste tú,
el barco navega.
Bajo mares de nubes,
con los montes siempre delante,
y los huertos en derredor,
este, tu barco, navega.