ahora que mis espadas son hiel y no silbido,
mi corazón siente la luz y es libre,
pues ni espadas ni coraza ya necesito.
Ahora que soy yo mismo, puedo al fin buscar la música,
la canción primigenia que desde el alba de lo creado,
me une a mi otro yo, a mí mismo, a tí y al Amor.
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