Ayer ví a una niña jugando, riendo, bailando, tocando la pandereta.
Hoy me acordé de ella y le traje una piruleta.
Ella me sonríe con sus ojos y su nariz pizpireta.
Y ese niño de grandes y tristes ojos marrones,
el que se esconde tras el hombre y el lobo, tímido, perdido y frágil,
hoy sólo encuentra una palabra para la mano que le tiendes,
antes que las lágrimas inunden el teclado del portátil:
Gracias.
Qué tenemos aquí, a un Lobo a a un lobo.
ResponderEliminarY es que la vida nos plantéa situaciones en las cuales uno se pierde en laberintos de pétalos de flor.
Tal vez te convenga un teclado sumegible... que los hay... Bueno, algo para quitar seriedad al asunto.
Y es que, testás delantando... Dás mucha información... y no solo en tus letras.
Ay lobo, esque, en las cosas del querer...
Un Abrazo.
Lobo... quesque yo tb te inducí a la mala interpretación, porque e intercalado una "n" muy mal intercalada... jeje... Lo siento... Perdón... No del todo, pero si en parte llevabas razón en la interpretación de la palabreja.
ResponderEliminarUn Abrazo y siento haberte hecho equivocarte.