Las películas son, a veces, un silogismo de la vida, una metáfora hecha imagen y sonido, una luz que procede de un refrán o una oración.
Hace poco vi una que hablaba de redención, varios personajes, a lo largo de la narración, consiguen mirar atrás en su pasado - a veces a través de los ojos de otros - y comprenden cómo ha sido en realidad su vida, qué efectos han tenido sus actos sobre los demás:
- El super - hombre, el que se hizo a sí mismo (o la vida, más bien, lo hizo así), se da cuenta
de que no está solo y es menos duro de lo que creía, y necesita a los demás.
- El niño lucha y vence a su miedo, "se hace hombre".
- La protagonista se redime en el sacrificio supremo, entregando su vida para salvarlos.
- El protagonista, un anti - héroe, logra recordar cómo su avaricia y su
falta de escrúpulos le costó la vida a la mujer que amaba. Vuelve a
encontrar una compañera, sólo para perderla otra vez. Aunque sigue vivo,
está solo.
Todos debemos pagar un precio por nuestros actos, y a veces la única forma de redimirse, es estar en paz con uno mismo. Aunque estemos solos, o el precio sea el más caro que podamos imaginar.
"El viejo muere, la chica vive. Me parece justo." - John Hartigan, Sin City.
Que bueno tio,,,, cada vez escribes mejor,,, me a gustado esta entrada. Un abrazo, nos vemos pronto, chaoooo,
ResponderEliminarLa peli, por si a alguien le interesa, es "Cowboys & Aliens".
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