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jueves, 24 de marzo de 2011
Primavera
Calor.
Surge a mi derecha, el sol.
Se alza y se une,
siguiendo su rol.
Veo tres rosas.
Como todas, tienen espinas,
mas son hermosas:
una azul, una amarilla, una roja.
Ahora sacan su belleza,
de esas espinas que estallan sin tristeza,
de ese marrón negruzco y puntiagudo,
que les da su firmeza, nervudo.
Vórtice de amor transido,
diente a espina fundido,
lenguas de fuego unidas,
almas a un mantra forjadas.
No hay sonido, ni imagen, ni verbo
que pueda describir el tono
del contrapunto rítmico
de su silencio único.
Es como una nota musical
pura, sin modular,
que incluye a todas las demás.
Es verde, gutural.
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Buenas, por fin llegué, eh?
ResponderEliminarConforme transcurrían las estrofas, la primavera ganaba en belleza.
Un Abrazo.
Gracias, amigo, por tu visión.
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